sábado, 15 de noviembre de 2014

Ahora más que nunca...


Ahora más que nunca

Ahora más que nunca deseo estar sin sentidos, que ni la más fuerte brisa
me haga parpadear pero... es imposible.

Ahora más que nunca quisiera ser amada por otro ser pero... nadie podría 
enamorarse de alguien tan horrible como yo.

Ahora más que nunca quisiera contarle a alguien mis problemas, 
incluso si eso me lleva al psiquiatra; igual no necesito.

Ahora más que nunca desearía que se me reconociera como perona, y no como una 
maldita marioneta que todos utilizan. 
Para todos utilizar esta bien, además eso me pasa por ser "diferente".

Ahora más que nunca deseo por todas mis entrañas
que mi familia no me criticara a mi y a  mis gustos musicales.
Pero ellos no saben que esa música me salvo, me salvo de mi misma.

Ahora más que nunca me gustaría sentir el frío de la tierra que te abraza más allá
del oscuro ataúd pero...¡No!, no es correcto pensar de esta forma tan macabra y cruel.
A veces intento no pensar en ello pero él dice que está bien.
(Una voz masculina me atormenta en las noches).


Él me dice  lo que me gustaría escuchar, sus palabras tan suaves
hacen que mi corazón se sienta hipnotizado y amordazado por un cálido color rojo,
y tiene  una gran consistencia... supongo que es normal
después de tener una larga y dolorosa sesión con mi mejor amiga:
¡La cuchilla!.


Ahora como siempre, estoy sola en un ricón oscuro.
Solo tengo a mi mejor amiga aquí, apoyandome mientras las voces de mis padres me atormentan
desde el otro lado de la pared. Ella se desliza suavemente
por mis muñecas hasta quedar satisfecha, llevándome a un lugar cada vez
más oscuro, profundo y lejano. Ya no veo la luz,
aquí todo es oscuro.
  ¡ya no siento mi cuerpo!.
Estoy en un lugar donde todos somos iguales, donde ya no puedo sentir miedo al rechazo.
Aquí todos somos almas enfurecidas buscando venganza; estámos buscando
alguien ingenuo, y cuando intente dormir....
Entraremos, torturaremos y estremeceremos su mente hasta llevarlo al borde 
de la locura.
Hasta que una linda mañana de primavera decida ponerse su mejor traje
para la ceremonia de bienvenida.
Es una lástima que sus trajes se ensucien de aquel líquido rojo carmesí, 
ese que corre en nuestro cuerpo. Aunque tadavía no entiendo porque deben 
lanzarse de una ventana, creo que ahorcandose 
se ahorra más la sangre, pero bueno...
Así son los jefes.

La verdad estoy muy emocionada, de echo ya me puse mi mejor traje.
Adiós, debo irme
¡Mi ceremonia  ya empezó!.

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