martes, 18 de noviembre de 2014

Piensa bien a quien entregarle tu corazón, sueños y esperanzas.


Fingiendo...


Los detalles


By: The mountain with teeth

"No, yo no me odiaba, ellos hicieron odiarme"



















¡Esto es lo que hace la sociedad!
Debemos medir nuestras palabras, y dejar los estereotipos.


"Cuando vives llena de complejos tu mente no deja de
hacerte daño".

Frases suicidas




1).  ¿No te pasa que a veces extrañas el antiguo tú?
Ese que desapareció después de que te rompieron el corazón,
De que tu mejor amigo dejo de hablarte o de que alguien muy especial murió.
Es jodido Verte en fotos de antes y observar que
tienes una mirada distinta, una sonrisa verdadera...
y ahora nada de eso existe.




2) La niña que amaba comer perdió el apetito,
la que odia el ejercicio ahora
lo hace sin parar, la que
amaba vivir, ahora le gustaría morir.




3) Te dicen que ser flaca no es sinónimo de belleza
pero todo el mundo elige a 
las delgadas y se ríe de la gordas.





4) Y aprendiste como sentirte bien bien,
haciéndote daño en la piel.



5) Los mounstros no duermen bajo tu cama,
viven en tu mente en forma de prejuicios.



sábado, 15 de noviembre de 2014

Ahora más que nunca...


Ahora más que nunca

Ahora más que nunca deseo estar sin sentidos, que ni la más fuerte brisa
me haga parpadear pero... es imposible.

Ahora más que nunca quisiera ser amada por otro ser pero... nadie podría 
enamorarse de alguien tan horrible como yo.

Ahora más que nunca quisiera contarle a alguien mis problemas, 
incluso si eso me lleva al psiquiatra; igual no necesito.

Ahora más que nunca desearía que se me reconociera como perona, y no como una 
maldita marioneta que todos utilizan. 
Para todos utilizar esta bien, además eso me pasa por ser "diferente".

Ahora más que nunca deseo por todas mis entrañas
que mi familia no me criticara a mi y a  mis gustos musicales.
Pero ellos no saben que esa música me salvo, me salvo de mi misma.

Ahora más que nunca me gustaría sentir el frío de la tierra que te abraza más allá
del oscuro ataúd pero...¡No!, no es correcto pensar de esta forma tan macabra y cruel.
A veces intento no pensar en ello pero él dice que está bien.
(Una voz masculina me atormenta en las noches).


Él me dice  lo que me gustaría escuchar, sus palabras tan suaves
hacen que mi corazón se sienta hipnotizado y amordazado por un cálido color rojo,
y tiene  una gran consistencia... supongo que es normal
después de tener una larga y dolorosa sesión con mi mejor amiga:
¡La cuchilla!.


Ahora como siempre, estoy sola en un ricón oscuro.
Solo tengo a mi mejor amiga aquí, apoyandome mientras las voces de mis padres me atormentan
desde el otro lado de la pared. Ella se desliza suavemente
por mis muñecas hasta quedar satisfecha, llevándome a un lugar cada vez
más oscuro, profundo y lejano. Ya no veo la luz,
aquí todo es oscuro.
  ¡ya no siento mi cuerpo!.
Estoy en un lugar donde todos somos iguales, donde ya no puedo sentir miedo al rechazo.
Aquí todos somos almas enfurecidas buscando venganza; estámos buscando
alguien ingenuo, y cuando intente dormir....
Entraremos, torturaremos y estremeceremos su mente hasta llevarlo al borde 
de la locura.
Hasta que una linda mañana de primavera decida ponerse su mejor traje
para la ceremonia de bienvenida.
Es una lástima que sus trajes se ensucien de aquel líquido rojo carmesí, 
ese que corre en nuestro cuerpo. Aunque tadavía no entiendo porque deben 
lanzarse de una ventana, creo que ahorcandose 
se ahorra más la sangre, pero bueno...
Así son los jefes.

La verdad estoy muy emocionada, de echo ya me puse mi mejor traje.
Adiós, debo irme
¡Mi ceremonia  ya empezó!.

¿Quieres Llorar?




¿Quieres llorar?
Vamos, hazlo.
Es bueno ¿Sabías?
Desahogate, dí todo lo que no dijiste.
Lo que querías y no tuviste.
Lo que querías hacer y no hiciste.
Hazlo sin compostura...sin verguenza de que alguien te juzgará.
Hazlo, pero solo hoy.
Ya mañana es otro día.
Ya mañana debes levantar la cabeza y sonreír.
No puedes vivir por siempre triste, te pierdes momentos mientras 
tienes los ojos cerrados; así que sufre hoy
Pero promete sonreír mañana.






Frase....

"Le disparó, al fin logró dispararle a la persona que más odiaba en el mundo. Sin embargo, no murió; las balas no atraviesan espejos".

Cuando te sientas Sol@


Si alguna vez te sientes sólo y no sabes qué hacer, mira al cielo y busca una estrella y así nunca más te sentirás en soledad pues tendrás a tu alrededor a millones de estrellas que son esas personas que sintieron lo mismo que tú.

Si alguna vez sientes ganas de llorar, llora, deja salir tus lágrimas y con ellas todas las cosas que te hacen sentir mal; no dejes que se acumulen en tu ser, porque solo darán paso a otro tipo de sentimientos que te hieren aún más.

Si alguna vez te sientes mal contigo mismo, busca en lo más profundo de tu ser, date cuenta de que nadie es perfecto, tampoco tú, pero aún con todos tus defectos y cualidades, eres una persona única en el universo, por eso eres especial.

Si alguna vez sientes que nadie te quiere, olvídalo, pues eso no es cierto; si te encuentras en esta tierra es porque alguien lo quiso así, Él te hizo único y especial, hay personas a tu alrededor que te quieren, aunque a veces estamos ocupados en nuestros problemas y no les abrimos las puertas de nuestro corazón para demostrárnoslo.

Si alguna vez necesitas de alguien que te comprenda, que te escuche, que te ayude, en fin, si necesitas de un amigo, quiero que sepas que cuentas conmigo para que nunca te sientas sólo, para que llores en mi hombro, para hacerte sentir bien y sobre todo para demostrarte cuánto te aprecio... y quiero.

By: Desconocido

Gatos en Bolsas (Creepypasta)


Buen día tengan todos ustedes, espero no perturbar lo que queda de su día con este relato.

Mi nombre no es de importancia, no soy un hombre de fe ni de creencias extranormales. El siguiente escrito es una experiencia propia que desde hace tiempo no me ha dejado dormir por su inexplicable incógnita que retumba en el abismo de mi conciencia. No espero que me crean, que me ayuden o que se aterren. Sólo busco un desahogo a este recuerdo que dormirá conmigo por siempre, ya que es imposible olvidar esa cara, ese rostro, esos ojos…

Era joven en aquel entonces, recuerdo muy bien ese garaje en donde solía pasar el rato con mi banda de rock, el mundo olía a coche nuevo y nosotros hambrientos nos lo comíamos de un sólo bocado; los padres, los maestros, la autoridad no eran más que viejos amargados. Después de desahogar nuestras hormonas interpretando canciones de rock pesado, solíamos ir a un parque cerca de aquel garaje; éramos jóvenes con ideas muy diferentes pero no con malas intenciones, el alcohol y las drogas nunca nos llamaron la atención. El parque siempre estaba muy solo, con pocos árboles y muy descuidado. En el centro de él había un quiosco, una especie de construcción muy extraña que tenía dos niveles. El de arriba estaba techado y no tenía paredes, sino unos soportes y unas rejas para no caerte, mis amigos y yo pasábamos harto tiempo en ese lugar viendo a la gente pasar y charlando sobre chicas o bandas de rock. El otro nivel era subterráneo, como de unos 4 metros de profundidad, nunca entrábamos ahí ya que pasaba inundado por las lluvias y lleno de basura, además de que su oscuridad y fachada de posible albergue de drogadictos nos daba un poco de miedo. Me comentaron que hace unos años era una tienda llamada “El quiosco”.

De tanto tiempo que pasábamos en el quiosco que ya sabíamos qué personas pasaban por ahí y a qué hora; pero una de esas personas era algo especial, ya que era todo un espectáculo ver su comportamiento y su acto rutinario. Se trataba de una persona de la tercera edad, era una vieja, lo sabía por sus manos arrugadas y huesudas, pues nunca se dejó ver la cara. Tenía una postura muy inadaptada y caminaba con dificultad —se ladeaba de un costado y su mirada apuntaba al otro costado—, tenía una joroba inmensa que no le permitía alzar la mirada y usaba ropa vieja y desgastada con la que se cubría todo el cuerpo. A pesar de que siempre iba cargando dos bolsas rojas grandes de tela gruesa, una en cada mano para equilibrarse, nunca nos preguntamos qué tenían dentro…

Pasaban los días y la vieja seguía rondando ese parque, y a veces se dormía dentro del quiosco. Llegamos a la conclusión de que era una loca sin hogar y en las bolsas cargaba su ropa o pertenencias con las que sobrevivía. Una noche fría nos fuimos a platicar en la planta alta del quiosco, recuerdo aquel tremendo grito que rompió con el silencio de invierno; no dudamos y desde la planta alta nos asomamos abajo para saber qué había ocurrido. Como estampida salían gatos negros de las escaleras subterráneas corriendo aterrados, nunca había visto esa cantidad de gatos juntos. Corrían hacia ningún lado haciendo tremendo alboroto. El olor pestilente y espeso me hizo voltear de nuevo hacia el fondo oscuro de las escaleras, y ahí estaba la vieja loca con una de sus bolsas vacías. Nunca la vi moverse tan rápido, parecía asustada y subía las escaleras con torpeza. Un gato pasó entre sus pies, ella lo trató de agarrar pero era demasiado lenta y el frío le había entumecido el cuerpo. La vieja gritaba con gestos de locura y tristeza, eran chillidos cortos y forzados, como si le doliera algo o estuviese enferma. El último gato desafortunado pasó cerca de ella, lo tomó por la cola y el gato emitió un chillido espantoso; la vieja lo levantó y colgaba como péndulo, lo miró detenidamente y le susurró algo —creo que su nombre—. A pesar del esfuerzo del gato por huir, lo metió en la bolsa y la cerró; el gato brincaba dentro de la bolsa y chillaba. La vieja lentamente se perdió en la oscuridad de las escaleras subterráneas.

Pasaron los días y la anécdota la platicábamos constantemente entre nosotros tratando de buscar una explicación. Escribí una canción sobre ello, “Cats in Bags”, que ya no recuerdo. Entramos a la preparatoria, tuvimos novias y la banda se disolvió, pocas veces nos veíamos, duramos años sin vernos. Un día me hablaron invitándome a platicar, nos juntamos esa noche en el quiosco, como en los viejos tiempos, sólo que ahora con una botella de Whisky y algunas cervezas. Después de unos chistes y un par de tragos, quise ir a orinar pero el alumbrado del parque no era favorable, así que fui abajo del quiosco. Estaba bajando las escaleras con una cerveza en mano y bajándome la bragueta, cuando recordé aquella noche que preferiría haber olvidado. Me dije a mí mismo “cobarde” y bajé hasta el fondo. Miré el interior pero no apreciaba nada más que basura y un charco inmenso de agua negra, así que empecé a orinar. Un amigo gritó, riéndose: “¡Escribe mi nombre!”. Me reí con él y contesté: “¡Lo haré pero sin manos!”. Seguí orinando y tomé un gran trago de cerveza, bajé la mirada antes de pasarme el trago y me quedé pálido al ver un gato negro que me miraba fijamente a unos cuantos metros. Me esforcé para dejar de orinar aún sin acabar y me subía la bragueta y me ponía el cinturón rápidamente (por el miedo mis movimientos eran torpes), cuando el gato pasó al lado mío para subir las escaleras. Nunca me dejó de mirar, el gato iba despacio y parpadeaba lento, hipnotizante. Escuché un ruido de movimiento dentro del quiosco, volteé para saber si era uno de mis amigos, pero estaban arriba tomando y platicando. Para mi sorpresa, el gato no estaba en la escalera; seguramente el ruido lo espantó y corrió, yo me quedé impactado por el ruido.

Me preguntaba qué era y no veía nada, todo era basura y un charco de agua negra con un retoque de amarillo. En la oscuridad algo se movió, algo que ya estaba ahí y no vi antes, era aparatoso y se movía lento. De inmediato pensé que era la vieja. No te mentiré, compañero lector, en ese momento sentí miedo, miedo como nunca había sentido. Me paralicé y no podía gritar, respiraba lento para no hacer ruido y mis latidos eran fuertes y rápidos. La sombra era cada vez más visible, hasta que alcancé a distinguir esas bolsas rojas que ella siempre cargaba, sólo que ahora las arrastraba con más dificultad, y ambas bolsas se veían completamente llena de bultos. Cada vez que se movía arrastraba la bolsa entre el charco, y pude ver cómo su vestido estaba mojado y, a pesar del frío, no temblaba. De una bolsa colgaba un listón peludo y negro que no alcancé a distinguir muy bien, y estaba preparado para salir de ahí rápidamente sin hacer ruido. El listón negro y peludo se agitó rápidamente, se escuchó un chillido extraño y con él un montón de chillidos de gatos en efecto mariposa provenientes de la bolsa. La bolsa se agitó con tremenda fuerza, lo que provocó que la vieja se detuviera; me dio tanto pavor que me fue imposible moverme. La vieja giró su cabeza y la vi por primera vez al rostro, era muy anciana, con nariz afilada y sus ojos eran completamente negros pero brillantes. Estaba muy sucia y descuidada, pero lo impactante fueron sus ojos, pues a pesar de no tener pupilas, sentía su mirada incrustada en mí; se notaba asustada y triste. La adrenalina en mi sangre fluía y me hizo correr como nunca, haciendo tremendo alboroto. No recuerdo muy bien, pero mis amigos me comentan que estaba llorando, temblando, que me salpiqué un poco en el pantalón —lo que fue motivo de burla por parte de mis compañeros—, pero me veían tan asustado que no se lo tomaron a juego. Me preguntaron qué había pasado y les comenté que la vieja estaba abajo y sus ojos eran completamente negros. Un amigo dio un paso atrás, y me preguntó: “¿La vieja de los gatos?”. Contesté: “Sí, ella, está aquí mismo y sus ojos, ¡sus ojos…!”. Mi amigo me interrumpió, tartamudeando: “No, no es posible, ¿es una broma? ¡Esa vieja murió hace unos días!, un montón de patrullas de policías rodearon el parque. Era muy famosa en la colonia y todos los vecinos se enteraron”.

Esa noche no dormí. Mis compañeros y yo decidimos nunca más tocar esa canción, ni hablar de lo ocurrido. Desde entonces nunca hemos regresado al quiosco, y cada vez que veo un gato negro, veo en sus ojos algo brillante, como aquellos ojos negros que nunca olvidaré, esos ojos que se incrustaron en mis sueños de por vida.


By: Cara de Hueso 

Fragmento II "Muerte al Señor Videlmark"

Espectro de la Noche

Espectro que mora en la noche profunda, raspas mi ventana con tus desgarbadas garras, entras y escucho el batir de tus alas que brillan tan preciosamente al reflejo de la luz dela luna; riegas el veneno que no da tregua a la vida de este pobre hombre desdichado, este hombre ya casi muerto quien odio con desdén. Tus ojos de oscuridad hacen querer sumergirme en el ábismo del inframundo. Tú, profeta de la tempestad de este hombre, por favor, te lo imploro con toda la fuerza y oscuridad de mi corazón,

 ¡Matarle de una vez, matarle al señor Videlmark!.

Muerte al Señor Videlmark (Fragmento)

Este es un fragmento del cuento  "Muerte al Señor Videlmark,  Espero que les guste.

Detesto tu respirar tan molesto, vetusto horrido. Deseo que la oscuridad te abrace y sea amarga con tu cuerpo, que un frío perpetuo haga hélido tu corazón ya casi muerto. Deseo que no veas, no sientas y no escuches más el mundo, y quedes abandonado en un abismo de pesadillas, ahogado en el dolor. Deseo verte sufrir más ahora. Tu leve gemido de dolencia es el mayor regocijo para mi.Nunca te alcanzará esta vida y la muerte para pagar todas las injurias que infligiste sobre mi, ¡Maldito vejestorio!; Sonríe mi faz al verte en este estado de putrefacción y ser yo quien conduce tú cuerpo a la oscuridad de tu ataúd.

by: Jessica Mendez

Sean Bienvenidos a "En un Rincón Oscuro, Frío y Solitario"



Bueno, en este post quiero invitarlos a mi Blog "En un Rincón Oscuro, Frío y solitario" .

Quiero hacer lo posible para que se puedan identificar conmigo y lo que yo piensó, ya que siempre he querido tener la oportunidad de compartir mis ideas con las personas que seguramente alguna vez estuvieron perdidas en si mismas y cegadas por sus propios deseos.

Quiero que con este blog puedan ver el otro lado del mundo, el otro lado de nosotros mismos y lo que podemos llegar a crear si tan solo desarrollamos nuestro pensamiento y lo llevamos a un punto tan alto que nos encontremos al borde de la locura.

Con esto solo quiero lograr algo único, quiero lograr un lugar en el cual se puedan sentir cómodos y se pueden expresar libremente, que puedan leer cosas ineteresantes sobre el mundo que no podemos ver  y tal vez puedan encontrar algo que los ayude a encontrar su yo interior.